La Facultad de Veterinaria de Lugo afirma que el 97% de las explotaciones gallegas superan los parámetros mínimos establecidos en el protocolo Welfare Quality, un estándar de calidad financiado por la Comisión Europea. En este análisis se valoraron cuatro aspectos básicos: estado sanitario, alimentación, alojamiento y comportamiento de las vacas.
Factores
Más de una treintena de variables diferentes se revisan para evaluar y puntuar la explotación. Desde la limpieza general de las reses hasta la facilidad para acceder a la comida o el agua. También se observa la forma en la que el animal interactúa con el ganadero, la facilidad para moverse por las instalaciones o el material empleado para elaborar las camas.
Las granjas en Galicia están bien diseñadas manteniendo buenos niveles de salud, alimentación y alojamiento. Sin embargo, no se da mucha importancia al comportamiento natural de los animales. Así lo señala uno de los responsables del estudio.
Es importante indicar que existen importantes diferencias entre las explotaciones más pequeñas y familiares y las más industrializadas. En estas últimas hay más comodidades.
Valoración
Son dos los puntos fuertes de las granjas gallegas: la alimentación y las condiciones de habitabilidad de los establos. Solo suspende una de cada diez en el tema alimentario. En cuanto a las cuestiones más débiles o que se necesitan mejorar están: el acceso de las vacas al pastoreo, el descornado de las reses, el índice de cojeras y el apartado de la observación del comportamiento de los animales.
Los especialistas aconsejan que los ganaderos dedican más tiempo a vigilar la actitud de los animales. El bienestar es primordial porque se ha demostrado que las vacas felices producen más leche resultando más rentables. Mejorar la comodidad del ganado debe ser una de las principales inversiones de una explotación.
Fuente: La Voz de Galicia