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Un veterinario francés, Bruno Gibodeau, es el inventor del método Obsalim: un sistema para corregir deficiencias en la alimentación de las vacas y mejorar la producción de leche. Recientemente ha visitado Galicia gracias a un viaje que organizó Xestión Agrogandeira e Natureza para dar las claves de su método.

Objetivo

La aplicación del método Obsalim consiste en la observación de los animales y la interpretación de signos para que el ganadero detecte y corrija errores en la alimentación de las vacas y así prevenir enfermedades. El resultado final es una mejora en la producción de leche y de carne.

Indicaciones

Según Bruno Gibedeau “si la ración no está bien valorizada la producción no es la prevista”. No obstante, observando síntomas en el animal y sus heces y orina se pueden detectar las causas. Entre las señales a observar en la vaca se encuentran las siguientes:

  • Lagrimeo de los ojos.
  • Heces.
  • Hocico.
  • Orina.

La inestabilidad ruminal se puede localizar gracias a 61 aspectos diferentes.

Consejos

Con la puesta en marcha de este método se estima que se puede aumentar la producción de leche de 2 a 4 litros al día. Para ello se recomienda:

  • Dar forrajes con raciones bien mezcladas y suficientemente húmedas.
  • Para el picado de los forrajes se establece que es bueno usar partículas de maíz algo seco que tengan entre 5 y 8 mm. En el caso del maíz más húmedo entre 12 y 16 mm de longitud. Por otro lado, la hierba debería ser picada entre 2,5 y 4 centímetros.
  • Arrimar la comida para que las vacas coman regularmente las 24 horas.

En definitiva, la clave está en la calidad de los forrajes debiendo mezclarse y distribuirse bien para evitar enfermedades y tener que emplear medicamentos. De este modo también se ahorran gastos veterinarios.

Debido a la robotización y mecanización del ordeño, se perdió la observación más directa de los animales. Con el método Obsalim se recupera la tarea del ganadero de observar las vacas para saber si fallan sus prácticas.

Fuente: Campo Galego