
Según datos del Ministerio de Agricultura, España tenía en 2017 cerca de 462.825 hectáreas de terreno ocupadas por árboles frutales en producción, de ellas, solo 9.491 estaban dedicadas a la fruta no comercial para auto consumo. El resto acaban en las fruterías o supermercados de toda Europa.
Hasta ahora esos cultivos estaban al margen de las ayudas directas de la PAC, pero el año pasado la directora general de Producciones y Mercados Agrarios, Esperanza Orellana, avanzó que la nueva PAC podría contar con una partida dedicada al sector hortofrutícola.
La idea que tenía el departamento de Luis Planas era que las frutas y hortalizas pudieran optar a fondos de la reserva nacional.
Conocer las características climáticas o las condiciones del suelo en el que se va a implantar un determinado cultivo es fundamental a la hora de planificar una plantación de frutales. En el caso de Galicia, la diversidad de frutos es muy elevada y las opciones para plantar son muchas en función de las zonas. Las condiciones agroclimáticas de la mayor parte de Galicia, hacen que la comunidad gallega sea un referente en las posibilidades de la fruticultura española con cultivos de alta calidad.
Las posibilidades son muchas, entre los frutales que cuentan con más salida en el mercado están la manzana de sidra o el kiwi, también los cultivos de frutos rojos como arándano, frambuesa o mora y en la cuenca de los ríos se da bien el melocotón, la cereza o la pavía.
Fuente: lavozdegalicia.es